Zürich Hauptbahnhof, Sektor B, Gleis Acht, Rosh Chodesh Adar 5769(5 de Marzo de 2009)
Aquellos sibaritas que viven el arte de la degustación, deben hacer una parada obligada y saborear los suculentos Marrons Glacés de Sprunglii, o en cualquier Delikatessen Suiza. La dulzura refinada, la textura de su carne y lo discreto de su esencia, me transporta de ipso-facto a una muy bella fiesta de cumpleaños que hicieran en honor de los 7 añitos de mi querida Julie Avram, por allá por 1975. Recuerdo hasta hoy aquella fue “La Piñata de las Piñatas” para aquel entonces… Fue una fiesta a lo Ghelman, con Bombos y Platillos, confeti, payasos, magos, tequeños y Cachapas. Con mas sabores y colores de Gelatina que yo de Berol Prismacolor. Con Goajiro en carrito cepilladero y Heladero de Alfa….
Muchos de ustedes mis queridos lectores, se preguntaran a que viene esta remembranza, y es por la merecida razón de honrar hoy, la memoria de nuestra Querida Doña Cecilia Ghelman Z’L, quien fuera en vida Madre de las amigas de mi Madre, Abuela de mis amigos como hermanos y bisabuela de los ahora amigos de mis hijos.
Para aquellos que no gozaron la dicha de conocerla, Doña Cecilia Z’L, fue una hija abnegada al cuidar de su madre desde el mismísimo momento que mi memoria puede ser auditada. Eshet chail para con su amado Buzi, madre y suegra bondadosa como pocas y abuela ejemplar… y lo digo con amplia base y conocimiento de causa.
Aquella fiesta de cumpleaños que les narre fue precisamente en casa de Buzi y Cecilia Ghelman, por allá por la calle 71 cerca de la Gobernación del Zulia.
Por los muy estrechos lazos de amistad que unían a mi querida Madre con Dianne(Diana) Ghelman específicamente, mi hermano y Yo, siempre fuimos los primeros en llegar a sus celebraciones y los últimos en retirarnos al finalizar cada evento, y esto si es que dicho evento no se convertía en lo que muchas veces, termino siendo lo que ahora se conoce como un sleep-over.
Ahora, Doña Cecilia no está físicamente con nosotros, y con su partida se hundió uno de los ya en extinción, pilares de la Sociedad Israelita de Maracaibo. Es por demás conocido por todo Maracucho, el peso relativo, absoluto así como la constante de los innumerables aportes de la familia Ghelman para con aquella comunidad que les brindo acogida a su llegada en la post guerra, de la Isla de Trinidad y que sin su posterior incondicional apoyo hubiese sido imposible cristalizar lo que años después fue conocida entre las comunidades más pujantes y vanguardistas de la época.
Permita el todo poderoso que estas palabras, que hoy brotan de mi corazón sirvan,
l'elu nishmant Cecilia Ghelman.
Moisés Franco.
